miércoles, 28 de noviembre de 2012

Notas

Continuando con el tema de la escuela, ya es bien sabido que, si nos ponemos a preguntar uno por uno a los estudiantes de cualquier instituto, qué es lo que pretenden hacer durante el curso, la respuesta más común será abrobar todo, y si puede ser con buenas notas.

Bien pues, es un poco decepcionante que lo que busquemos (me incluyo) sea sacar buenas notas, que sea eso en lo que se fija la gente para juzgarte, que sea eso en lo que se basa la sociedad para aceptarte o rechazarte, las notas. ¿No sirve de nada haber aprendido?¿Por que a muchos padre no les basta que hayamos aprendido muchisímo en una asignatura a pesar de haber sacado un 5 ''raspao''?
Eso es debido a la cultura que desde la implantación de la escuela obligatoria se ha ido inculcando en el sistema educativo, donde lo importante es rendir, sacar la máxima nota y ser mejor que tus compañeros. Obviamente esto conducirá a que los alumnos que se vean incapaces de superar unos objetivos (los zoquetes) acaben frustrándose y no cuenten con esa ilusión que es necesaria para aprender. Porque al fin y al cabo, lo que debe mover el sistema educativo es eso, la ilusión por aprender, por adquirir nuevos conocimientos, por formarse como persona y por conseguir unas metas impuestas por la misma persona y no impuestas por personas ajenas. Mi paso por el colegio y el instituto me ha hecho reflexionar y me ha llevado a pensar que yo no quiero que mis metas me las establezcan unos señores con traje que ganan miles de euros, no quiero que ellos determinen quienes son buenos y quienes son malos por unas simples notas; lo que quiero es aprender, ponerme mis propias metas e intentar alcanzarlas. Claro está que necesitaré la ayuda de profesores, que en este caso se limitarán a actuar como meros guías que ayuden al alumno en su formación, pero que no impongan unos objetivos y que no hagan la clase extremadamente infernal para sus alumnos.
Al fin y al cabo, alumnos y profesores van unidos de la mano; difícil es que un alumno se forme completamente sin la ayuda de un guía.

Por lo tanto, dejemos de fijarnos en las notas y centrémonos más en el aprendizaje.

¿Educación obligatoria?¿Eso queremos?

Actualmente y cada vez más, la Educación está en boca de todos, desde los más jóvenes estudiantes hasta los más ancianos jubilados. Un componente del que también se habla mucho es el de su Obligatoriedad, de los aspectos a favor y en contra, de los beneficios y de los perjuicios que ello conlleva.

Siendo claro y conciso, yo soy de los que opinan que una Educación obligatoria no es beneficiosa para la formación del alumno. Y no es que esté frustrado, ni que haya tenido traumas en mi escolaridad, ni que haya sacado malas notas de pequeño ni nada de eso; es simplemente que, la obligatoriedad de la educación debería ser revisada y replanteada para ver si de verdad es lo que queremos.

Leyendo varios artículos, me llamó la atención uno que decía que en EEUU, cuando aún no se había establecido la obligatoriedad de la enseñanza, allá por el siglo XVIII, los índices de alfabetización eran muy superiores a los de ahora, y por lo tanto la enseñanza era de mejor calidad. Esto simplemente es un dato y hay que pensar que las circunstancias eran diferentes y el contexto era muy distinto, pero no deja de ser singular y curioso.

Sin embargo, más tarde los franceses decidieron crear la escuela laica, pública y obligatoria. De los tres últimos adjetivos me quedaría con los dos primeros, pero el tercero lo eliminaría, y como yo otras muchas personas. Ya que si desde ese momento la escuela no hubiera tenido ese componente obligatorio las cosas serían mucho más distintas.
La escuela obligatoria se creó en una época industrial, en la que las fábricas eran las principales fuentes de beneficio y en la que era importante que todo se asemejara a ellas. De ahí que la escuela obligatoria fuera creada al estilo de una fábrica, con unos horarios que cumplir, con una plantilla de alumnos (trabajadores), con unos objetivos que alcanzar (las notas), etcétera etcétera. Pues bien, todo ello significa ahora que estas escuelas cumplieron su objetivo en su momento y ahora ya no son efectivas, no se deben formar más obreros de fábricas, sino que se deben formar personas con futuro. Por lo tanto este sistema de educación obligatoria está obsoleto, pasado de moda y debería cambiarse.
Además, como ha cambiado la época y el contexto en el que nos encontramos, la educación obligatoria se ha adaptado a ella, pero el concepto de educación obligatoria no ha cambiado en absoluto. Con esto quiero decir que, ahora en las escuelas no se forman obreros, sino que se forman individuos que sean hechos a la sociedad y que no se rebelen contra la misma.
¿De verdad es eso lo que queremos?

Gafas

Voy a confesaros una cosa: todo el mundo lleva gafas. Sí, por increíble que parezca esta afirmación, estoy convencido que todas las personas de la faz de la tierra llevan unas gafas puestas. Da igual que tengas miopía, astigmatismo, hipermetropía o incluso tengas la mejor vista del mundo, las gafas las llevas puestas igualmente.

Digo esto ya que, el otro día en clase, hablamos ligeramente de ello, y no le dimos la suficiente importancia. Y es que estas gafas que menciono, son las que le hacen a una persona ver el mundo de una determinada manera.
Por ejemplo, dos personas diferentes tienen ante ellas una situación determinada, es decir, la misma situación para ambas personas; sin embargo, cada una concebirá la situación de una u otra manera. Esa concepción se conseguirá mediante las gafas que lleven y debido a estas, la persona tendrá una manera de ver el mundo, una ideología, una forma de pensar, de reflexionar, de actuar, y en definitiva una manera de ser.

Vale, muy bien, pero eso son cosas que ya se saben, que cada uno ve el mundo a su manera, que tal y que cual...pero ¿realmente se puede hacer que las distintas gafas hagan que se vea lo mismo? o lo que es lo mismo ¿podemos conseguir que, a pesar de las diferencias entre personas, se encuentre un punto en común que favorezca el entendimiento?

La respuesta es sí. ¿Cómo? Educación.

martes, 13 de noviembre de 2012

¿Qué es educar?

¿Qué es educar?
Educar, Educación, Educado; son términos que estos últimos días estamos oyendo más que nunca. Pero, ¿realmente los que utilizan estos términos conocen su significado?
Me gustaría pensar que sí, que todo el que habla de educar y de educación sabe lo que quiere decir. Pero la realidad es que existen múltiples concepciones de dichos términos, es decir, cada persona asocia el término ``educar´´ a un significado distinto según su experiencia, su conocimiento o su ideología. Es por eso que nombrar los distintos significados que adquiere la palabra ``educar´´ sería imposible en un ensayo como este. Por lo tanto me voy a centrar en lo que significa para mí dicho término.
Fernando Savater nos dice que educar es: ``creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la acompaña…´´, dice que ``los hombres podemos mejorarnos los unos a los otros por medio del conocimiento´´. En mi opinión, la concepción que tiene Savater de educar es totalmente correcta y aceptable, pero como ya he dicho, cada persona la concibe de una manera distinta. Por lo tanto, para mí educar es el proceso por el cual se ofrece a una persona un aprendizaje, unas experiencias, unas inquietudes, pero a la vez unas pautas básicas a seguir para alcanzar el mayor conocimiento. Con esto queda dicho que la acción de educar no es exclusiva de las escuelas, sino también de las propias familias. Y es que la familia es una de las fuentes de aprendizaje más básico de la persona; sin ir más allá, los primeros movimientos, las primeras palabras se aprenden en el entorno familiar. De ahí, su vital importancia.
Sin embargo, también son increíblemente importantes las escuelas y los maestros en la acción de educar, y –en mi opinión y la de muchos otros- desde las instituciones y los mandatarios no se le está prestando la atención que merece. Las inversiones de fondos deberían tener como destino principal las escuelas y los maestros, dos instrumentos clave para el aprendizaje y la educación de la persona. De todas formas no quiero entrar a criticar al sistema de destinación de fondos, porque eso nos llevaría rato y más de un ensayo; sino que quiero analizar lo que significa educar.
Cuando una persona oye dicha palabra, rápidamente la suele asociar a los términos de ``formar´´ o ``instruir´´. Esto se debe a que en los últimos años la educación se ha convertido en un instrumento de formación de ciudadanos acordes al sistema, a las leyes y fácilmente manejables. Es decir, las leyes implantadas desde hace tiempo se destinaban a instruir a las personas para que siguieran unos modelos, que fueran acordes a la sociedad, que no destacaran en otras cosas, y sobre todo que no fueran rebeldes. Está claro que ha habido excepciones, y que actualmente cada vez hay más personas innovadoras, con ideas diferentes, originales, luchadoras, con deseo de saber y aprender más, y que son calificadas como ``rebeldes´´.
Son rebeldes respecto a lo impuesto, respecto a las ideas de formación e instrucción extendidas en la sociedad, respecto a los profesores que imponen y no enseñan.
¿Quién no ha tenido nunca al típico/a maestro/a que en vez de enseñar e interactuar con los alumnos, se dedicaba a hablar y hablar y hablar y hablar, y cuando finalizaba la clase recogía sus cosas y se iba sin ni siquiera despedirse de sus alumnos? No pretendo criticar a este tipo de profesores, solo doy a entender que ese tipo de enseñamiento o educación no es el correcto para el desarrollo de la persona.
Con ello, mucha gente se preguntará, y entonces ¿cuál es el modelo ideal para educar?¿cómo podemos llevar a cabo una alternativa a este modelo de educación?
Pues se ha tratado mucho sobre la respuesta a estas preguntas, y son muchos los autores que han hablado de ello y defienden distintas alternativas. Entre otras ideas:
-Eliminar la obligatoriedad de la educación, al menos en secundaria.
-Por parte de los maestros, desarrollar los temas de su asignatura de manera que el alumno pueda participar desde el primer día.
-No imponer y obligar a realizar unas determinas actividades, simplemente decir que sería conveniente hacerlas.
-Fomentar el deseo de saber de los alumnos mediante contenidos y asignaturas que elijan ellos y consideren interesantes.
-Aumentar las posibilidades de comunicación entre alumnos, de intercambio de opiniones; evitando tener a los alumnos callados y quietos escuchando el sermón del profesor.
-Fomentar la innovación entre los alumnos, dando una serie de pautas que les permitan desarrollar ideas propias y diversas.
Ya es bien sabido que es muy difícil cambiar el modelo educacional impuesto, pero nunca bien mal aportar ideas y creencias diferentes.
Eso sí, estas ideas están destinadas a las escuelas, pero todo proceso de educar comienza desde la familia, desde donde realmente se comienza a educar a la persona.






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El Circo de la Mariposa

-Pero son distintos a mí.-
-Sí. Tu tienes una ventaja..Cuanto más grande es la lucha, más glorioso es el triunfo

 















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